jueves, mayo 11, 2006

Una del oeste

Cuando los primeros colonos pisaron las extensas praderas del oeste americano y se encontraron con las tribus de los indígenas se produjo el inevitable choque entre dos visiones del mundo: para los indios la tierra era una madre que les proporcionaba todo lo necesario para vivir; para los vaqueros, una esclava a la que exprimir hasta sacarle la última gota de sangre.
Todos sabemos quien ganó la partida; y no fue porque tuviesen la razón, sino sencillamente porque eran mas y estaban unidos.

El “mundillo del misterio” del que soy una apasionada aficionada me recuerda cada día más a una peli del oeste. Un puñado de indios dispersos, cada uno de su tribu, intentando resistir a toda costa; y un grupo de blancos que se unen para fulminarlos, guardando, eso sí, una bala en la recamara de su pistola, destinada a cualquiera que intente robarles su oro... sea indio, o no.
Y como siempre, es la tierra, el misterio en este caso, la que sale perjudicada.

No quiero entrar a discutir quien lleva la razón, no me parece que haya buenos ni malos, porque como decía mi abuela “en este jodido mundo nada es verdad ni mentira, todo según el color del cristal con que se mira”, y entiendo que cada cual tiene sus motivaciones para actuar como lo hace, allá cada uno con su conciencia. Lo que está claro es que, tanto unos como otros, se equivocan cuando desvían sus antipatías y diferencias profesionales al terreno de lo personal. El insulto solo califica al que lo profiere, no al que lo recibe.

Pero me apena ver como vuelan los dardos. ¿Acaso no hay sitio para todos?

La vida, el mundo, el universo entero esta aún lleno de misterios por descubrir. No es necesario inventarlos, como tampoco hace falta darles una explicación falsa, racional o irracional: lo hermoso es el misterio en sí.
Lo que yo quiero es saber qué, cómo, porqué suceden las cosas, comprender... y no voy a dejar de admirar la maravillosa complejidad del mundo y el ser humano al descubrir lo que se esconde detrás: Porque cada misterio aclarado es un paso mas en la escalera de la sabiduría; y no sé vosotros, pero yo nunca me cansaré de intentar subir esos peldaños...

Por mucho que los astros, fuentes y flores murmuren “ahí va la loca” a mi paso...

3 comentarios:

Joanna dijo...

Que razon tienes, felicidades mallorea, siempre subiendo escalones es la evolucion

Joanna

CocOoLoCoOo dijo...

ahí va soñando.....
xDDD

Dicen que ver el mundo así, es de inmaduros, y qué quieres que te diga, si tengo que aceptarloo... lo acepto y con admiración y orgullo, soy INMADURA. Xd

Por las eskaleras... jaja.

Anónimo dijo...

¿ loca?? bienvenida a este mundo, ya era hora de que dejases el mundo de los cuerdos.

Un beso y bienvenida

Octavio