jueves, abril 23, 2020

Entre cuatro paredes.

El reloj del juicio final preocupado por el cambio climático, guerras, asteroides, terremotos e invasiones extraterrestres…. Y ha bastado un bichito microscópico para tambalear nuestro modo de vida y enviar al destierro nuestras creencias y tradiciones.
Hoy el Dragón le ha hecho un corte de mangas a san Jorge,  Jesucristo no ha resucitado y Fátima no saldrá de su cueva. No beberemos Manzanilla vestidos de lunares, ni nos pasearemos con Orgullo por Chueca. No habrá fuegos de Beltaine, ni puente de Mayo de plata. San Isidro no cortara la leña y los barcos no llevaran al mar a su patrona, y quien sabe si Jesús nacerá esta vez…
Un mundo sin cervezas con los amigos, sin comidas familiares, sin llantos en los entierros ni risas en los bautizos. Un  mundo sin besos, sin caricias y sin abrazos. Un mundo de distancias, miedos y soledad. ¿Os lo imagináis?
Y seguís discutiendo por quién tiene la razón, buscando culpables que son todos y son nadie.
A veces pienso que esta humanidad sólo tiene lo que se merece…