Testigo mudo de lágrimas en almohadas;
Verdugo implacable de condenas en el alma.
Ladrones de sueños ajenos ensucian sábanas que les son extrañas.
Y el tiempo avanza, inexorable, sin tregua ni bandera blanca
que anuncie el deseado final de la batalla.
1 comentario:
Genial...
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