martes, noviembre 23, 2010

Modera tu lenguaje...

“Cuidado con tus palabras”, “Eso no se dice”, “Mide tu lengua”, “Habla bien”

¿Por qué le tenemos miedo a la Palabra?

Nos enseñan desde pequeños a educar nuestro lenguaje para ser políticamente correctos, a contener nuestra voz para que no sea chivata de nuestros pensamientos, a modular el tono para que no revele nuestras emociones… Y acabamos por convertirnos en esclavos, olvidando que no es la palabra quien nos usa, si no nosotros quienes deberíamos usarla: tú eres el único dueño de lo que callas y de lo que dices, quien lo grita y lo silencia, quien lo adorna o lo simplifica, quien la da y quien la recibe.

Nuestras palabras, al igual que nuestros actos, nos definen; nos muestran tal y como somos, buenos o malos, listos o tontos, no importa… Cada vez que la cambiamos, o la ocultamos, o sencillamente, la disfrazamos para no dañar los oídos que no querrían escucharnos, la estamos traicionando y con ella a nosotros mismos, nos autoexcluimos de la lista de personas a admirar enviándonos el mensaje “no te gustas ni te aceptas; no eres la persona que quisieras ser”.


Ciertamente, es mucho más fácil, incluso hasta saludable, ser correctos y dejar que nuestras palabras decidan por nosotros que arriesgarse a abrir la boca y convertirte en la oveja negra del rebaño; porque al fin y al cabo, para qué engañarnos, lo que cuenta es gustar al otro y lo que los demás puedan pensar de nosotros…


¿No? jejeje

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